
- Conceptualización
- Consultoría
- Nomenclatura
- Sostenible De La Narrativa
Felicidad Collective colaboró con el Gobierno de Ecuador en la implementación del innovador Decreto 59, una iniciativa que redefine la política ambiental al establecer el primer ministerio ambiental interministerial de América Latina. Este decreto fomenta la colaboración entre sectores como agricultura, finanzas y energía, unificándolos bajo un mismo objetivo: la transición ecológica.
En apenas tres años, esta iniciativa logró resultados de impacto global, como la creación de la Reserva Marina Hermandad, el mayor canje de deuda por naturaleza de la historia y el compromiso de Ecuador con la descarbonización. Este modelo de trabajo colaborativo no solo protege la biodiversidad, sino que también impulsa una economía sostenible y genera empleos verdes, sirviendo de ejemplo para otros países en la lucha contra el cambio climático.
- El contexto
La reelección reciente trajo de regreso a Gustavo Manrique como Ministro de Ambiente de Ecuador. Con el deseo de generar un impacto real, Manrique acudió a Felicidad en busca de orientación sobre cómo el Ministerio podría liderar un cambio ambiental significativo. Identificamos los principales desafíos gubernamentales: operaciones aisladas entre ministerios, falta de marcos legales que vinculen a diferentes carteras y una limitada coordinación interministerial. Nuestra propuesta fue establecer, por ley, un mandato interministerial, asegurando que cada área del gobierno tuviera a la transición ecológica como prioridad transversal. Este enfoque le brindó al Estado una herramienta concreta para acelerar soluciones ambientales urgentes, en un país profundamente afectado por crisis climáticas y con una biodiversidad extraordinaria.
- La solución
Felicidad entendió que algo aparentemente tan simple como un cambio de nombre podía redefinir toda una narrativa nacional. El desafío consistía en condensar los ambiciosos objetivos ecológicos de Ecuador en el nombre de un ministerio, eligiendo cuidadosamente las palabras para comunicar la importancia de esta misión. Fue como moverse dentro de un marco estrecho: un verdadero ejercicio de storytelling de precisión.
Y lo logramos. Así nació el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE). Este nombre no solo capturó la esencia del compromiso del país con la transición ecológica, sino que además construyó un mensaje unificador que resonó a nivel nacional, marcando el comienzo de algunos de los hitos ambientales más importantes del país.



- La narrativa
El cambio de nombre del MAATE no fue simplemente una cuestión simbólica: fue un cambio de rumbo estructural que estableció una dirección clara para Ecuador. Incluir “transición ecológica” en el nombre del ministerio no solo unifica a la población en torno a un objetivo común, sino que alinea a todas las entidades gubernamentales bajo una visión compartida de sostenibilidad.
Esta narrativa de país, articulada a través del MAATE, permitió implementar políticas ambientales de gran escala, fomentando una cohesión que antes no existía. Gracias a este enfoque transversal, Ecuador no solo abrazó el objetivo, sino que trazó un camino claro para alcanzarlo, logrando avances históricos en conservación, empleo verde y gestión de la biodiversidad.

- La visibilidad de impacto
La implementación del MAATE generó una fuerte repercusión internacional, posicionando a Ecuador como líder en política ambiental. Como el primer país de América en establecer un ministerio de este tipo, su enfoque innovador atrajo la atención de medios globales y fue elogiado por figuras destacadas como el expresidente Bill Clinton y la renombrada oceanógrafa Sylvia Earle.
Este reconocimiento global fortaleció la imagen de Ecuador como nación visionaria y comprometida con el desarrollo sostenible. Como resultado, mejoró su perfil de riesgo país y se potenció su marca nacional, reflejando una gestión orientada a la responsabilidad ecológica y a políticas de largo plazo.

- El beneficio para el país y el planeta
El renombramiento y reposicionamiento del MAATE sirvió como catalizador para una colaboración interministerial profunda, permitiendo al gobierno abordar los desafíos ecológicos y económicos de forma integral. Este paso de esfuerzos departamentales aislados a una narrativa de transición ecológica común permitió una respuesta colectiva ante los problemas críticos, con todos los sectores del gobierno incorporando la sostenibilidad como objetivo central.
Esto se tradujo en logros históricos como el mayor canje de deuda por naturaleza del mundo, por USD 1.600 millones destinados a conservación de biodiversidad y reducción de huella de carbono. Además, permitió expandir en un 42% las áreas protegidas, impulsar programas de conservación de agua dulce y generar empleo sostenible que fortalece la economía local.

Ya han pasado dos administraciones desde la creación del MAATE. A pesar de los cambios de liderazgo, el ministerio se mantiene como una estructura sólida y estable dentro del gobierno. Esta continuidad demuestra la solidez del cambio fundacional impulsado por el decreto, y confirma que la integración de la transición ecológica en el corazón del Estado se ha convertido en un legado duradero. La permanencia del MAATE reafirma su papel esencial en el compromiso de Ecuador con la sostenibilidad, la colaboración interministerial y la protección ambiental a largo plazo.