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Los 23 Homenajeados de Gracias 2023 representan una poderosa combinación de compromiso e impacto en distintos campos. Entre ellos, Paz Álvarez desarrolló una fórmula para combatir la sequía y apoyar la agricultura sostenible, mientras que Ernesto “Flaco” Suárez dedicó décadas a enriquecer la escena cultural mendocina. Sumanativas trabaja incansablemente en la restauración de flora y fauna nativa en Potrerillos, y Verónica Barrera, de Alimendar, combate el desperdicio de alimentos y el hambre con soluciones impulsadas por la comunidad. El legendario Joaquín Lavado (Quino) dejó una marca imborrable en la cultura argentina, y Miguel Farías promueve la sostenibilidad fabricando leña a partir de residuos de poda.
Innovadores como Ernesto Chediack lanzaron el MendoSat I, el primer satélite de Mendoza, y el Instituto Multidisciplinario de Ciencias Ambientales de la UNCuyo lidera proyectos premiados en sustentabilidad. Biosagua SA desarrolla tecnologías de purificación de agua, y Verdevida promueve una alimentación consciente y sostenible. Informental trabaja en salud mental, y Verna crea joyería ecológica. El equipo quirúrgico del Hospital Notti, liderado por Alejandro Morales Ciancio, empuja los límites de la medicina, mientras que Laura Pristellini honra la música cuyana a través de su proyecto “Pulsando la Vida”.
El compromiso también se refleja en gestos solidarios: Lilia Real y su “Nochebuena Comunitaria”, Paula Savio con su inspiradora vocación docente, y Mercedes Carrión, quien lidera una ONG que acompaña a niñas y niños con cáncer. Roxana Gallo gestiona un comedor popular, y la banda Usted Señálemelo llevó a Mendoza a los escenarios del mundo con una nominación al Grammy. El equipo de robótica de la Escuela Edison logró el segundo puesto en la Copa Mundial, mientras que la Patrulla de Rescate del Aconcagua salva vidas en la montaña. Gabriel Mignani restaura y dona instrumentos musicales, y Yamila Correa hizo historia como la primera mujer en formar parte del cuerpo técnico de un equipo de fútbol de Primera División en Mendoza.
Los homenajeados también incluyen líderes internacionales en sostenibilidad, enólogos reconocidos que han formado nuevas generaciones y personas profundamente comprometidas con la preservación del entorno natural local. En conjunto, representan el espíritu de Mendoza, y su aporte enriquece la comunidad, la cultura y el futuro de la región.
La mayoría de los 23 homenajeados son personas que normalmente permanecen fuera del foco mediático —colaboradores silenciosos que, con un compromiso profundo con Mendoza y Argentina, trabajan incansablemente por una sociedad más justa y en armonía con la naturaleza. Salvo algunas excepciones, como Ernesto Suárez, se trata de emprendedores, educadores, conservacionistas y referentes sociales que no siempre aparecen en los medios, pero cuyo impacto se siente profundamente. Su labor refleja una dedicación a las prácticas sostenibles y la equidad social, impulsando el progreso local y fortaleciendo el vínculo con el entorno.
Para nosotros, los 23 Homenajeados representan algo profundamente importante. Este reconocimiento anual es nuestra forma de dar voz a quienes generan soluciones y lideran el cambio positivo, ofreciendo a la comunidad una perspectiva esperanzadora. En un mundo donde la atención muchas veces se centra en lo negativo, queremos destacar los esfuerzos que marcan la diferencia —personas que realmente están transformando la realidad. A través de esta iniciativa, que esperamos seguir impulsando cada año, invitamos a todos a celebrar los logros que elevan nuestra sociedad y a visibilizar el trabajo silencioso pero esencial que nos rodea.
La historia de esta campaña es un homenaje constante a los 23 homenajeados, compartiendo sus trayectorias y el impacto de su labor. Para cada persona, diseñamos un pack especial de seis latas con su nombre e historia, entregado como símbolo de reconocimiento. Muchos de ellos incluso pidieron más packs durante el evento para regalarlos a otras personas de la comunidad.
La campaña también generó colaboraciones entre los homenajeados, algunos de los cuales se ofrecieron a apoyar el evento sin esperar nada a cambio. Por ejemplo, un músico cedió generosamente su espacio, demostrando el espíritu de unidad y apoyo mutuo que definió el proyecto. Esta fue una verdadera celebración comunitaria, que mostró cómo las personas pueden unirse para marcar una diferencia real.
