Una cree que está haciendo las cosas medianamente bien en su vida hasta que un lunes recibe el encargo de rastrear todo tipo de proyectos de producto y diseño sostenibles que se hayan desarrollado en el mundo en los últimos 4 años.

Con los primeros 100, fascinación. ¡Pero qué de gente maravillosa poniendo todo su empeño, conocimiento y trabajo en cambiar la vida de miles y millones de personas, si, en el mejor de los casos, consiguen la financiación y ruido para ello!

Después de 300: el hundimiento. ¿Pero qué hace una “tipa” como yo en un mundo como éste?

Volviendo a la fascinación, algunos de los proyectos que me la provocaron los encontré entre los finalistas y ganadores de Premios Verdes, con quienes (con orgullo) hemos trabajado en Felicidad. En este enlace podéis visitar los 500 mejores de todos los que han participado en este certamen en los últimos años.

Uno de ellos es el caso de ECOCITEX, iniciativa chilena que ganó en 2021 en la categoría “Residuos sólidos” de Premios Verdes:

Otros de estos proyectos los descubrí en certámenes de premios de publicidad. Como AWA, un jabón alternativo al tradicional, de la marca peruana Andea, que limpia los ríos de contaminantes. Ríos en los que comunidades de sitios de Latinoamérica, Asia y África lavan de manera tradicional su ropa y organizan parte de su vida.

O el de Kindo, que ofrece una solución asequible y sostenible a un problema que afecta a más de 780 millones de personas en el mundo: el acceso a la electricidad.

Y sólo son 3 ejemplos de proyectos muy concretos entre cerca de 500, con todo tipo de soluciones y propuestas, que también me han abierto los ojos a la realidad, a otra, que habla de lo mejor de lo que es capaz el ser humano. Merece la pena darse esos “paseos” virtuales para, además, aprender todo lo que ya está inventado; lo que puede quedar por hacer; nuevos puntos de partida e incluso nuevos horizontes.
Tras el hundimiento, por suerte, ha venido la puesta en acción. En este caso: comunicar lo que también está pasando en el mundo, miles de proyectos, para la gran mayoría, anónimos que están mejorando el mundo que habitamos y la vida de comunidades enteras.

A seguir fascinándonos pero, sobre todo, como ya va siendo lema en Felicidad:
¡A hacer, hacer, hacer!